¡NUEVO LIBRO A LA VENTA! ¡DEVUÉLVEME MI CEREBRO! Publicado por Algar editorial ¡CÓMPRALO YA!

domingo, 30 de noviembre de 2014

De la hoja en blanco a la ilustración: Dignidad Z


¡Muy buenas a todos!
Hoy inauguro una nueva sección en el blog que he llamado "De la hoja en blanco a la ilustración", donde podréis ver los pasos que doy para completar un dibujo desde la idea hasta el acabado final.
¡Espero que os guste!
Empezamos con la última ilustración publicada, Dignidad Z.
Primer paso: la idea. A los zombis siempre los representan lentos, idiotas y patosos. ¿Y si también los hay lectores e intelectuales? Un trozo de papel, lápiz, tres garabatos rápidos y ya tengo el boceto.

A veces, salvo que lo tenga muy claro, me gusta explorar otras opciones, como esta. De nuevo, algo rapidito.




Y, ¿qué cara le pongo a mi zombi? Nada, cuestión de darle al lápiz.








Una vez que tengo las cosas más o menos claras, hago un dibujo a lápiz en una hoja de papel más limpia y menos arrugada. El detalle de las moscas es un poco morboso pero lo he mantenido desde el principio. ¡Soy así!

¿Veis que en el cuadro he escrito "Foto"? Eso es porque, en un principio, iba a dibujarlo. Luego pensé que mi amigo el ordenador podría ayudarme en eso.





Mi parte favorita: el pasado a tinta. Sin prisa, repaso el dibujo y le doy volumen en ciertas partes (léase donde la línea es más gordita) He utilizado una herramienta muy chula que se llama rotulador con punta de pincel, que es un rotu que, como su nombre indica, tiene una punta muy blandita y flexible, como la de un pincel.





Y... ¡TACHÁAAN! Aquí os dejo el acabado final. Para colorearlo, he usado el ordenador y una paleta gráfica. ¿Recodáis el detalle del cuadro? Pues he buscado una foto de un actor que me encanta, Bela Lugosi, y la he insertado ahí. Y, además, he decidido que mi amigo zombi lea El Quijote. ¡Como debe ser!





Esto ha sido todo. ¿Os ha gustado? ¡Espero que sí!
En breve, colgaré más procesos.

¡Felices lecturas!

lunes, 24 de noviembre de 2014

Ilustración: La niña que solo pudo llevarse una cosa


¡Muy buenas, amigos!


Tengo el gusto de compartir con vosotros una buena noticia:


Como ya he comentado en otras entradas, Algar editorial está celebrando por todo lo alto los cien números de la colección Calcetin, a la que pertenece mi novela "El misterio de la fórmula robada". 


Pues bien, en su campaña de promoción, tengo el placer de decir que han escogido una de mis ilustraciones para seguir con la celebración, en concreto, para recomendar la estupenda novela "La niña que solo pudo llevarse una cosa", escrita por Eulàlia Canal e ilustrada por Valentí Gubianas.


Sin duda, os animo a leerla. Yo lo he hecho y, además, tengo la suerte de poder decir que su autora me dedicó un ejemplar.  Si queréis conocerla, haced click en la columna de "Mis lecturas para que leas" y, si os gusta (que seguro será así), buscadla en el número 97 de la colección Calcetín y me decís.


¡Felices lecturas!



sábado, 22 de noviembre de 2014

Dignidad Z


Si estas cansado de que por ser zombi...


...Todos crean que eres estúpido...

...Se supone que debes caminar como un patoso...

...Tu inteligencia es menor que la de un ladrillo...

...No lavas tu ropa...

...No sabes decir otra cosa que "¡OOUURGHH!" o "¡AARRGHH!"...






Marca el 666 66 66 65 y únete a la causa.



¡¡¡Por un zombi con dignidad y sentimientos!!!


¡Felices lecturas!

domingo, 16 de noviembre de 2014

La sopera y el cazo


¡Muy feliz día a todos!

Vamos a ver si dejamos clara una cosa: la magia existe. Sí, como lo has leído. ¿Acaso lo dudabas? 

Ahhhh... Seguro que estás pensando en esos magos que tienen un gorro con forma de cucurucho y una varita mágica en las manos y dicen cosas como "¡ABRACADABRA!" o "¡ZALACADIM-ZALACADAM!". No, no, yo te hablo de otros magos y de otra magia; me refiero a esa que surge cuando lees un libro que te transporta a otro mundo y que hacen los magos cuya varita mágica es una pluma (o, en algunos casos, un boli como los que usas en el cole)

Y, ¿por qué te cuento todo esto? Porque el libro que te traigo hoy es precisamente eso: mágico. Mira:

Imagina dos reinos y cuatro reyes: Camuflo y Camelina en un lado; Pantuflo y Pantina en otro. Estupendo. Y los primeros tienen una princesita, Praliné; los segundos, un principito, Tafilín. No me digas que los nombres no son divertidos. Pues, ojo, que esto es solo el principio.

La cuestión es que, cuando los reyes van a bautizar a sus pequeñines, se olvidan de invitar a Serpentina Cascarrabias, un hada que, además, es de las malas. ¿Que hace Serpentina? Pues regala a Camuflo y Camelina un cazo y a Pantuflo y Pantina una sopera. Pero ojo, que en las historias mágicas debe haber artilugios mágicos. Y, como sé que eres muy listo/a, habrás adivinado que el cazo y la sopera están encantados: si los juntas, crean una sopa deliciosa que nunca se acaba. Y he dicho SI los juntas porque, el cazo está en un reino y la sopera en otro.




Desde este momento, vas a leer un montón de situaciones divertidas para que reyes de un lado y de otro junten ambas cosas con el fin de probar esa sopa maravillosa, desde comprar la sopera o vender el cazo, cambiar uno por otro o robarlo. ¡Tanto lío se forma que, incluso, los dos reinos se declaran la guerra y...! 

Un momento, un momento. Voy a proponerte un trato: yo te he contado de qué trata; ahora te toca a ti leer el libro y disfrutarlo. Me apuesto un chocolate caliente con churros a que no te va a gustar: ¡te va a encantar! Tú léelo y, si te animas, me mandas un comentario y hablamos.

Y, ¿quién es Michael Ende? Pues el mago que escribió este librito allá por 1990 y que, además, es un escritor muuuuuuuuy famoso de cuya pluma salieron obras maravillosas que espero compartir contigo en el futuro. Voy a decirte una que seguro que te suena: La historia interminable. ¿A que he acertado?



Pues venga, venga, que ya estás tardando. Para que veas qué curioso, yo me encontré con este libro por pura suerte: ¡me estaba esperando sobre una la mesa de una profe (a la que mando un saludo)! ¿Casualidad o... MAGIA?

¡Felices lecturas!