¡NUEVO LIBRO A LA VENTA! ¡DEVUÉLVEME MI CEREBRO! Publicado por Algar editorial ¡CÓMPRALO YA!

viernes, 22 de agosto de 2014

Nueva ilustración para el perfil de Galaxia de letras


¡Muy buenas!

Os presento la nueva ilustración que he hecho para la nueva Fan Page de Galaxia de letras

¡Espero que os guste!




¡Felices lecturas!

jueves, 14 de agosto de 2014

La niña que solo pudo llevarse una cosa


¡Hola amigos y amigas!


Hoy os traigo una recomendación ideal para leer al solecito en la piscina o bajo una buena sombrilla en la playa.

El libro, como podéis ver, se llama "La niña que pudo llevarse una cosa" y está publicado por Algar editorial dentro de su colección Calcetín Blanco, número noventa y siete.  







¿No os parece un título muy misterioso y divertido? La cuestión es... ¿a qué se refiere eso de que una niña tiene que llevarse una sola cosa? Y, sobre todo, ¿por qué? 

Estoy seguro de que, en tu cole, el profe te ha puesto alguna vez un problema en la clase de mates. Pues bien, en algunos tendrás que sumar, en otros restar y, si es de los difíciles, ¡hasta multiplicar! La cuestión es que Lena, que es la prota, llega un día nada menos que tres minutos tarde porque tiene que resolver un problema de los morrocotudos. Nada de sumas o restas, no. Resulta que tiene que hacer un regalo a su abuela y no sabe el qué. Dime, ¿no te ha sucedido esto alguna vez?

Lo mejor de todo es que Julio, el profe de Lena, va a usar la clase para que, entre todos los compañeros, puedan resolver este enigma. De este modo vas a conocer a Lena, a su abuela y su apasionante historia que...

Vale, vale, que ya me callo. Hagamos una cosa: ¿qué tal si lo lees y me cuentas? ¡Yo acabo de hacerlo y, la verdad, me ha gustado tanto que me he puesto a escribir esta entrada!

La autora es Eulàlia Canal y te va a llevar muy bien de la mano a lo largo de las sesenta y una páginas del libro. Además, cuenta con unas ilustraciones fantásticas de Vanlentí Gubianas, ya sean en color o en blanco y negro. Ahí queda eso...
Ah, no me gusta presumir pero tengo la suerte de decir que la autora me firmó un ejemplar en La Feria de Libro de Madrid. ¡Toma!
Esto ha sido todo por hoy. Si eres de los que están empezando en el alucinante mundo de la lectura y buscas una historia muy divertida, no lo dudes. Si, por el contrario, eres una mami o un papi que quiere regalar un libro a un lectorcito o lectorcita, aquí tienes una buena idea. Eso sí,  no esperéis mucho, no sea que Lena averigüe qué puede llevarse y te quedes sin saberlo.

Por cierto, me encanta su pelo. Léelo y sabrás a qué me refiero.
¡Felices lecturas!



viernes, 8 de agosto de 2014

Mi amigo Alonso.

¡Muy buen viernes a todos!
Os voy a contar una historia muy curiosa que me ha pasado.
Veréis, estaba yo tan tranquilo, dando un paseíto por la Mancha, cuando entré en una posada y conocí a un señor muy simpático que se llamaba don Alonso; Alonso para los amigos. Pues bien, me contó que, a parte del buen comer, lo que le gustaba por encima de todo era leer. Ya solo con esto nos hicimos amigos porque yo, de comer, poco, pero de leer, mucho. Resulta que era un fan de los libros de caballerías, cosa que me encantó al momento. Y hablamos y hablamos y nos caímos muy simpáticos. Tanto fue así, que me invitó a su casa a conocer su biblioteca!
¡Y qué biblioteca, amigos! ¡Qué delicia! ¡Libros por todas partes! Alonso se los conocía que daba gusto y hasta me relataba páginas enteras. Y yo, más feliz que una perdiz.
Pero, y aquí está lo más importante, me dijo que tenía un plan secreto: vestirse de caballero, hacerse con un caballo y salir en busca de aventuras. Yo le miré con los ojos abiertos como platos pero no dije ni pío.
- ¿Y bien? - me preguntó-. ¿Qué te parece la idea, mozalbete?
- ¡Pues que es una idea descomunal, por el Yelmo de Mambrino! - respondí yo.
Dicho y hecho. Me enseñó su armadura, el caballo (algo flaco, pero bonito) y su lanza. ¡Y eran preciosos! La fatalidad es que le pregunté si necesitaba un escudero porque yo estaba dispuesto a acompañarle en sus viajes pero me dijo ya había hablado con uno. ¡Pardiez! Luego, me invitó a comer en compañía de su bella sobrinita y hablamos de caballerías, de aventuras y del malvado Sabio Frestón.
Pues eso ha sido todo. Nos despedimos con una abrazo de los buenos y hasta me regaló un libro (de caballerías, claro) Pesándolo bien, creo que mi amigo Alonso ha sido el primer friki de la Historia. ¡Espero que nos encontremos algún día y, si se hace famoso, leer sus aventuras!





¡Felices lecturas!