¡NUEVO LIBRO A LA VENTA! ¡DEVUÉLVEME MI CEREBRO! Publicado por Algar editorial ¡CÓMPRALO YA!

martes, 29 de abril de 2014

Ilustración: niña pianista

¡Saludos!
Aquí os dejo a un amiguita mía que es pianista y que me hizo una visita de lo más musical. Como ayer hizo un día feo y lluvioso, pasamos la tarde cantando (ella más que yo, porque lo hago muy mal), bailando (yo solo moví el pie, que también es una forma de bailar, ¿no?) y merendamos bizcocho de chocolate y mermelada de frambuesa. Después, resulta que salió el arcoíris y, cogidos del brazo, nos subimos a él y dimos un paseíto por la tierra de Oz donde, fíjate, conocimos a un león muy valiente, a un hombre de hojalata con un corazón enorme y a un espantapájaros tan listo que nos dijo las tablas de multiplicar en menos de un minuto. Ah, y todos cantamos y bailamos que dio gusto.
¡Felices lecturas!

miércoles, 23 de abril de 2014

Visita al colegio José Ortiz Echagüe

¡Hola a todos!
El 8 de abril tuve el placer (y os garantizo que esto no es en absoluto un modo de hablar) de visitar el colegio José Ortiz Echagüe en Getafe (Madrid) para presentar mi novela "El misterio de la fórmula robada" (Algar editorial, colección calcetín número 92)




El día fue de lo más completito. Nada más y nada menos que cuatro clases, dos de quinto y dos de sexto de Primaria. Como podéis comprobar, el tercer ciclo al completo. Y yo, claro está, encantado de la vida.
La primera sesión fue con los de quinto. Después de conocer a los profes, que me recibieron con los brazos abiertos, conté a los niños cómo me convertí en escritor y las anécdotas acerca de "El misterio de la fórmula robada" que leyeron hacía poquito tiempo y, por suerte para mí, les gustó.

Y tanto fue así que, mirad lo bien preparaditos que tenían todos los ejemplares; nada menos que en una cajita forrada con la portada del libro. Vamos, mejor, imposible.



Después de la charla y una entrevista llena de preguntas muy agudas, pasamos al taller. Yo siempre he pensado que ir a hablar de un libro es un poco simple; hay que hacer algo con los chicos. Por eso, hicimos un taller de galletas. Como lo habéis oído. Ya que en el libro se roba la receta de una galleta (deliciosa, os lo digo yo), pedí a los chicos que se inventasen su propia galleta con los ingredientes que quisieran y luego me contasen una historia con ella. Las propuestas fueron de lo más variadas y divertidas: galletas para hacerse invisibles, para viajar en el tiempo, para ser guapo, de la suerte... Vamos, que me dieron toda una lección de lo que es tener imaginación y disfrutar con ello. Y, hablando de disfrutar, yo feliz.



Supervisando, pero en plan guay...





Trabajando, que es gerundio...


 Y, ya puestos que todas las clases tienen pizarras digitales y un programita muy chulo para dibujar directamente sobre ellas, me arranqué a hacer unos cuantos dibujitos basados en el libro. Ese que veis ahí es mi versión de Alberto, el criado tan serio y borde. Y el otro, el de la camisa rosa, yo.





Y, después de los quintos... ¡a por los sextos!
Ser escritor y visitar varias clases en un cole supone repetir la misma charla pero, nada, que yo no me quejo, que uno es un profesional (jejejejejeje) Los chicos estuvieron muy atentos a lo que les contaba y, de nuevo, me bombardearon a preguntas muy interesantes. ¡Pero que mucho! Eso sí, hay cosas que son intocables y una es el recreo (como debe ser) . Por eso, después de la charla y la entrevista, hicimos un descansito. vino el recreo. Un cafetito, charla con los profes y... ¡a continuar!



El taller que hice con ellos no pudo ser más divertido. ¿A que no sabes una cosa? "El misterio de la fórmula robada" es un libro de... ¡misterio! No te lo esperabas, ¿eeeehhhh? Pues lo más divertido de estas historias es jugar con los personajes para engañar al espectador a la hora de pensar en el culpable. Por eso, pedí a los chicos que me contasen la misma historia... cambiando personajes, objeto robado... lo que quisieran. Como siempre, las ideas fueron tan buenas que daban para un a saga: intercambiar la personalidad de los protas, cambiar la galleta por una copa de fútbol... Para quitarse el sombrero, ¿verdad?
Y, después, sesión de firmas. Decir que firmé mucho es quedarse muuuuy corto. Plasmé mi firma y el correspondiente dibujito en libros, cuadernos, hojas... y brazos. Como lo habéis leído. ¿No os lo creéis? Mirad, mirad...







Ya os lo dije: muchos brazos se
fueron firmados.


Pues eso fue todo. Pasé un día estupendo, me divertí mucho y estuve a mis anchas. Es lo que tiene que te reciban con los brazos abiertos. Por ello, gracias infinitas a los profes, al equipo directivo y, en general, a todos los miembros de el colegio José Ortiz Echagüe. Espero que nos veamos pronto.
¡Felices lecturas!

lunes, 7 de abril de 2014

El Misterio de la fórmula robada visita al colegio José Ortiz Echagüe



¡Hola a todos!

 
Os recuerdo que El misterio de la fórmula robada  (Algar editorial, colección calcetín número 92) y yo estaremos el 8 de abril en el colegio José Ortiz Echagüe de Getafe compartiendo experiencias, anécdotas y más cosas con los alumnos de quinto y sexto de primaria.





Por supuesto, quiero expresar desde aquí mi agradecimiento a los profesores y profesoras del colegio por darme la oportunidad de solucionar este misterio de esa fórmula que acaban de robar.

 
En breve colgaré el post de la crónica de la visita al completo. Hasta entonces...

¡Felices lecturas!

sábado, 5 de abril de 2014

Firmando ejemplares

¡Hola, holita!
Muy bien...
Como escritor puedo decirte que es una GOZADA ENORME trabajar meses y meses en un librito, poniendo, quitando, cambiando, corrigiendo... y que luego, ¡EUREKA!, te lo publiquen.
Para que te hagas una idea, imagina que te montas en el Halcón Milenario, luego te das un paseo entre las nubes con Superman (vale, con Lois también) y que, a continuación, Batman te lleva en el Batmóvil a tomar un helado. Pues bien, mezcla todo eso y entenderás que la sensación de ver tu libro publicado es parecida.
Pero, entre tú y yo, hay momentos en que esa emoción se hace más GRANDE. Añade a lo de antes que Los Vengadores te invitan a tomar unas deliciosas rebanadas de Nocilla en la mansión de Tony Stark y me entenderás.
Pues sí, me refiero a que, después de ver  que tu libro está en cualquier tienda o gran almacén, un niño se lo compra y te pide que le firmes un ejemplar. En ese momento te sientes en la cima, enorme... ¡como si el consejo Jedi te enseñase a usar la Fuerza y, de remate, te regalase un sable láser de tu color favorito (a mí me gusta el rojo pero es que es el color de los Sith. Jo...)!


Firmando ejemplares de
La máquina cambiante.


Haciendo lo mismo con
El misterio de la fórmula robada
Por eso, desde este humilde rinconcito, quiero dar las GRACIAS a todos los niños y niñas que me han dado una oportunidad y han decidido conocer mis libros. ¡Espero que os gusten! Y, por supuesto, a todos los papis y mamis (y tíos y tías y abuelos y abuelas y profes y...) que les han animado a leer mis historias y (¡espero!) disfrutar con ellas.
A todos,

¡MIL MILLONES DE GRACIAS!

Y, ni lo dudes, sigo trabajando en muuuuuuuuchos libros que espero compartir contigo.

¡Felices lecturas!